Otra vez
perdida en el campo, mirando el río Carcarañá
donde las aguas arremolinadas se abren
y me hacen pasar suspensiva
a una soledad de luz, de árboles
y de bordes. Es un cielo. Por encima de su lecho
hay un cielo tirolés atrapa pájaros
como el camino primero
o el último. Quién dice.
Parece ser algo que podría nombrar
gratitud, mañana de junio,
pero de aromas y de voces
¿hacia el tiempo que fue? ¿ hacia
las hojas de olivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario