“Ella se dio cuenta que perdía la voz”
Irene
Gruss
Yo quise vociferar
una prosita toda de
transición:
como de cuerdas de
guitarra flamenca.
Pero, un día,
mi voz fue yéndose...
fue terrible oírla jadear
cansada de cansancio
la palabra lejos.
Sin embargo, hay instantes.
Hoy es tarde de sábado
y algo vibra, danza
viene y va
rozando en la proximidad
de mi laringe,
de la intemperie,
hasta acariciar la punta de
la melancolía.
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